Descubren la tumba de una mujer de la élite Caral, en Perú: fue enterrada hace 5.000 años

En la costa peruana, en la provincia de Barranca, a unos 180 kilómetros al norte de Lima, se encuentra el sitio arqueológico de Áspero, un yacimiento en el que se han logrado identificar hasta la fecha 22 estructuras arquitectónicas que demuestran la compleja organización social de este lugar durante el período formativo y de desarrollo de la poderosa cultura Caral, que floreció en la región entre los años 3000 y 1800 a.C.

Caral, en Perú, fue una cultura contemporánea a otras grandes civilizaciones como la egipcia, la sumeria o la china, aunque desarrollada en completo aislamiento. Por su parte, el sitio de Áspero fue en el pasado una de las principales ciudades satélite de Caral, y ha sido precisamente aquí donde un equipo de arqueólogos peruanos dirigidos por Ruth Shady acaba de hacer un fantástico descubrimiento: los restos de una mujer noble de 5.000 años de antigüedad en perfecto estado de conservación.

Ruth Shady, que lleva muchos años excavando en Caral, ha anunciado que esta mujer tendría entre 20 y 35 años en el momento de su muerte y medía aproximadamente 1,5 metros de altura. Durante los trabajos, los arqueólogos también recuperaron del cuerpo restos de piel, así como uñas y cabello, algo realmente  sorprendente debido a las condiciones ambientales y climáticas de la región. 

La importancia de la mujer

Descubierto en la Huaca de los Ídolos, el cuerpo estaba envuelto con diversas capas de tela de algodón, esteras de junco y cubierto con un manto bordado de brillantes plumas de guacamayo, uno de los ejemplos más antiguos que se conservan del plumaje de estas coloridas aves. Finalmente, sobre su cabeza, se colocó un tocado elaborado con fibras entrelazadas, lo que, para los arqueólogos, refuerza la idea de su elevado estatus social.

Junto al cuerpo se encontró también un rico ajuar funerario cuidadosamente dispuesto en dos niveles. En la parte inferior se depositaron cuatro cestas de junco, una aguja con diseños incisos, una concha de caracol amazónico, el pico de un tucán con incrustaciones de cuentas verdes y marrones, un elemento textil de lana, una red de pesca, una treintena de batatas y herramientas para tejer. En la parte superior se encontraron tres vasijas en forma de botella y otra cesta colocada sobre una esterilla de totora.  En un comunicado, el arqueólogo David Palomino señala además que, "el descubrimiento del manto bordado con plumas y otros objetos exquisitamente elaborados indica un alto nivel de desarrollo de técnicas especializadas durante la cultura Caral".

Y continúa: "El manto, en particular, indica la sofisticación simbólica y estética alcanzada por esta antigua civilización andina. Estos objetos no solo expresan la alta posición social de la mujer, sino también las avanzadas redes comerciales y culturales de las que formaba parte esta sociedad, que se extendían hasta la Amazonia". Los investigadores señalan asimismo que las características de este entierro son especialmente importantes no solo porque confirman la importancia social de la mujer en la élite de la cultura Caral, sino también porque coinciden con otros enterramientos descubiertos en Áspero en los últimos años como el de la "Dama de los Cuatro Tupus" en 2016 y el del "Hombre de Élite" en 2019.

Este conjunto de enterramientos se ha comparado con las prácticas funerarias de la élite en otro sitio arqueológico llamado La Galgada, en la región de Áncash, lo que, según los investigadores, parece respaldar la hipótesis de que aquella sociedad otorgaba un estatus y un poder especiales a las mujeres, equiparable al que tenían los hombres.

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